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"Quiet Minds"
Temporada 3, Episodio 15
Información del Episodio
Escrito por: Kalinda Vazquez
Dirigido por: Eagle Egilsson
Cronología del Episodio
Episodio Anterior: "The Tower"
Episodio Siguiente: "It's Not Easy Being Green"

"Quiet Minds" es el decimoquinto episodio de la tercera temporada de Once Upon a Time. Es el 59º episodio de la serie, estrenado el 30 de marzo de 2014.

Sinopsis[]

Rumplestilskin consigue escapar de su confinamiento por Zelena y corre a través del bosque en un estado de delirio mental (por estar albergando dos mentes en su cuerpo). Entonces, Emma recibe una llamada que le avisa de que Neil está hospitalizado. Cuando Emma lo va a ver descubre una marca en su mano: un círculo con un triángulo dentro.

Mientras, en el mundo de los cuentos, aparece Neal, quien en el bosque encantado junto con Bella trajo a la vida al ser oscuro. Lo que no sabían era que todo era un plan de Zelena, quien a través de un candelabro vivo que estaba bajo su control les dio instrucciones acerca de cómo devolver a la vida al Ser Oscuro pero sin contarles el precio: un sacrificio humano. La vida que va a ser sacrificada es marcada con un símbolo: un triángulo dentro de un círculo. Neal, al devolverle la vida a su padre empieza a morirse y Gold, al ver que se moría, lo absorbe en el interior de su cuerpo gracias a lo que consigue mantenerlo con vida. Zelena, cuando Gold estaba absorbiendo a Neal, le quita la daga y con ello pasa a poseer el control sobre la voluntad del Ser Oscuro.

En Storybrooke, Emma encuentra a Gold corriendo por el bosqueal descubrir que Neal esta dentro de Gold por petición de Neal les sepera con sus poderes y minutos después Neal muere. Entonces Gold con el cuerpo ya inerte de Neal le cuenta a Emma que es Zelena, la comadrona de blanca, quien lanzó la maldición.

Al final del capitulo Emma le cuenta a Henry que su padre había muerto y que era un héroe, mientras tanto Zelena con la daga del Ser Oscuro le ordena al señor Gold que vuelva a su jaula y, al no poder negarse a desobedecer los mandatos del poseedor de la daga, vuelve a donde estaba retenido.

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